Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 28 marzo 2024.

419 muertes en el trabajo entre enero y agosto, 14 más que en 2017

    La siniestralidad laboral en España no deja de crecer y entre enero y agosto de 2018 se han notificado casi 400.000 accidentes de trabajo con resultado de baja, de los cuales 419 son mortales.

    16/10/2018.
    Continúa el incremento de la siniestralidad laboral

    Continúa el incremento de la siniestralidad laboral

    Los datos del avance de estadísticas de accidentes de trabajo correspondientes al periodo enero-agosto de 2018 que ha publicado hoy la web del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, vuelven a profundizar en la tendencia de aumento de la siniestralidad que se inicio en el año 2013.

    En los primeros 8 meses del año se han producido 399.312 accidentes con baja, lo que supone un aumento del 3,6% del número de accidentes respecto al mismo periodo de 2017. En jornada de trabajo el aumento es del 3,5% mientras que los accidentes in itinere se incrementan en un 4,3%. El número de accidentes de trabajo con baja crece en todas las secciones de actividad, salvo en el sector agrario y la Administración Pública, destacando, como viene siendo habitual en el último periodo, los incrementos en la construcción (13,6%) y en las industrias extractivas (10,1%).

    En estos 8 meses se han producido 419 accidentes mortales, 14 más que en el mismo periodo del año anterior, lo que supone un incremento del 3,5%. Los accidentes mortales en jornada se incrementan en un 1,2%, mientras que in itinere el aumento es del 12,2%.

    “Desde 2013 los datos de siniestralidad laboral se han convertido en el peor indicador socioeconómico de España” ha indicado Pedro J. Linares, secretario de salud laboral de CCOO. “Los niveles de siniestralidad laboral de nuestro país son intolerables y exigen que Gobierno de Pedro Sánchez de pasos firmes para acabar con esta lacra. Pero para ello hay que asumir que el actual sistema de relaciones laborales basado en la precariedad es absolutamente incompatible con la existencia de puestos de trabajo seguros y saludables. No sólo necesitamos medidas que fortalezcan el sistema preventivo español, sino que se deben acometer cambios que limiten la disponibilidad unilateral del empresario para imponer las condiciones de trabajo. Y para ello es imprescindible derogar la reforma laboral de 2012 y recuperar el papel central de la negociación colectiva que se dinamitó en aquel momento, algo que tiene como consecuencia la pérdida de vidas humanas como vemos con la avance de estadísticas de siniestralidad”.