A diferencia de otros países, España posee uno de los porcentajes más altos de personas que se desplazan a pie al puesto de trabajo (18,5 %) y uno de los más bajos en el uso de la bici (1,5 %). El vehículo privado, sin embargo, sigue siendo el medio de transporte elegido por seis de cada diez ciudadanos.

Así lo refleja un estudio presentado este miércoles por CCOO y que ha sido elaborado conjuntamente por este sindicato y tres centrales obreras de Bélgica, Alemania e Italia. La encuesta compara los modelos de movilidad de los cuatro países.

Los desplazamientos al trabajo suponen las dos terceras partes del total de viajes que se hacen en la Unión Europea, ha explicado Manel Ferri, del departamento de Movilidad de Comisiones Obreras.

Una de las razones por la que un alto número de españoles llegan a pie a su trabajo -un 18,5 % frente al 8 % de alemanes o el 2 % de belgas- puede deberse a que el 50% de la población carece de carné de conducir, así como por las características de los recorridos.

El vehículo, la opción más usada

Según el estudio, los españoles son también los más reacios a montar en bici para llegar al trabajo. En Bélgica, un 12 % monta en bici para acudir a su empleo, el 10 % lo hace en Alemania y sólo un 1,5 % en España.

En todos los países objeto del estudio, el vehículo privado es la opción preferida: 63 % en España, 65 % en Alemania, 68 % en Bélgica y 83 % en Italia.

Además, italianos y españoles son muy individualistas, ya que el coche es ocupado en la mayoría de los casos por una única persona.

Al respecto, Ferri ha aportado un aspecto positivo: en 2008 solo operaba una empresa de vehículos compartidos en España y en 2011 suman una decena.

El uso del coche privado implica, asimismo, graves consecuencias desde el punto de vista ambiental: 350.000 personas mueren al año en Europa por causas atribuibles a la contaminación atmosférica, han recordado.

Ferri y el secretario de Medio Ambiente de CCOO, Llorenç Serrano, han reclamado una directiva europea de movilidad sostenible y una ley estatal sobre la materia (en España, solo Cataluña y Comunidad Valenciana tienen leyes autonómicas), políticas fiscales que potencien el uso del transporte público y planes de movilidad empresariales, de carácter obligatorio.

Zonas sin transporte público

Sobre esto último, han subrayado que en España existen 20.000 polígonos industriales -más del doble que municipios- y, sin embargo, no cuentan con ninguna planificación de transporte público.

La consecuencia es que el único modo de acceder a ellos es el vehículo privado, una situación no exclusiva de los polígonos, ya que la mayoría de las empresas españolas soslayan las necesidades de transporte de sus trabajadores.

En la presentación del estudio, que se enmarca dentro del proyecto europeo E-Cosmos, Ferri y Serrano han detallado los modelos de acceso al trabajo de Italia, Alemania y Bélgica, en especial el belga.

El caso belga

Este país no sólo premia el uso del transporte público con desgravaciones fiscales sino que obliga a las empresas de más de cien empleados a elaborar un plan de movilidad o bonifica con quince céntimos cada kilómetro recorrido en bici rumbo al trabajo.

"En España se necesitan políticas fiscales y empresas que sean corresponsables, que no ofrezcan solo aparcamiento gratuito".

Ante la proximidad de los comicios del próximo 20 de noviembre, Comisiones Obreras ha solicitado a los partidos que incorporen la movilidad sostenible en sus programas electorales.

Entre sus resultados, el informe destaca la necesidad de algún tipo de obligación para que ocurra un cambio de mentalidad de empresarios y trabajadores hacia una conducta y una conciencia en favor de una movilidad más sostenible.