Precariedad laboral y salud mental

Además de una relación laboral no estable, como la temporal, la precariedad laboral implica bajos salarios, déficit de protecciones sociales y bajo control de los trabajadores sobre el proceso de trabajo, constituyendo uno de los determinantes sociales de la salud. El último número de Journal of Environmental and Public Health publica un estudio que analiza la asociación entre la exposición a precariedad laboral y el mal estado de salud mental con los datos de la Encuesta de Riesgos Psicosociales en España de 2005 (ERP 2005) realizada por ISTAS-CCOO. En total se analizó la información de 5.679 trabajadores temporales y fijos entrevistados en la ERP 2005, entre los que la precariedad laboral se midió mediante la Escala de Precariedad Laboral (EPRES) y el nivel de salud mental con el SF-36, ambos instrumentos validados en España. Los resultados muestran peor salud mental a mayor precariedad laboral, incluso después de tener en cuenta (o ajustar) la edad, la condición de inmigrante, la posición socioeconómica y la posible anterior exposición a desempleo. Así, para el nivel más bajo de salud mental, la asociación (razones de prevalencia ajustadas) con precariedad laboral fue de 2,54 (IC del 95%: 1,95 a 3,31) para las mujeres y 2,23 (IC del 95%: 1,86 a 2,68) para los hombres, sugiriendo una interacción entre la precariedad laboral y la asimetría de poder de género.

En la misma línea, los mismos autores habían documentado (y publicado en el International Journal of Health Services dos años antes) que la precariedad laboral en España era, en 2005, mucho más elevada que la temporalidad, afectando a 6,5 millones de trabajadores de los que 900.000 se situaban en el nivel de precariedad más alto, mostrando prevalencias más elevadas para los trabajadores manuales en comparación con los no manuales, las mujeres en comparación con los hombres, y los trabajadores inmigrantes en comparación con los autóctonos. En global, la precariedad laboral podría explicar hasta la cuarta parte de los casos de baja salud mental entre el grupo más desfavorecido (mujeres inmigrantes con trabajo manual) y algo menos para los demás grupos. El enlace al artículo completo se encuentra en la web de porExperiencia.