Equipos de protección individual

A pesar de ser una de las medidas más extendidas es la menos eficiente, la última en la jerarquía de control y la última que debiera ser implantada en los centros de trabajo. Sólo debería utilizarse cuando ninguna de las anteriores fuese posible o por la naturaleza de la actividad, por ejemplo durante una emergencia o un derrame accidental, cuando la exposición va a ser puntual o también cuando se usa en combinación con otras medidas descritas anteriormente.

En estas ocasiones, cuando se va a proceder a la utilización de equipos de protección individual (EPI) éste será elegido en función del contaminante, es decir, el EPI ha de ser adecuado para el tipo de contaminante presente. Si por ejemplo hay que seleccionar un equipo respiratorio filtrante habrá que saber primero el tipo de contaminante que tenemos en el lugar de trabajo para hacer la adecuada selección del mismo, el equipo no será el mismo si hablamos de sustancias orgánicas que si se trata de sustancias inorgánicas, o si por ejemplo necesitamos un EPI para disolventes o para polvo o humos de soldadura.

Además, el equipo tiene que ser adecuado para las características personales de cada trabajador/a, ser compatible con otros EPIs y por supuesto no incrementar el riesgo. Por ejemplo, una mala gestión de los guantes (ya sea material inadecuado, excesivo uso y deterioro) frente a sustancias químicas peligrosas que se pueden absorber a través de la piel pueden incrementar la entrada del contaminante.

Cuando se introduzcan equipos de protección individual en el centro de trabajo hay que establecer programas de formación e información sobre uso adecuado de los mismos, mantenimiento, recambio, tiempo máximo de uso, utilización adecuada y modo de utilización. También deberían desarrollarse programas de gestión de EPIs que determine persona responsable, adquisición de los mismos, características antropométricas de los/as trabajadores, participación de los mismos en la selección de los equipos, disponibilidad, localización. Sin una adecuada gestión de los EPIs éstos no serán eficaces.