Prevenir es posible

Logos fundación e ISTAS

La prevención en origen - eliminación o control- de los riesgos psicosociales es posible. Se trata de identificar y discutir el origen de las exposiciones detectadas, es decir, determinar qué aspectos de la organización del trabajo hay que cambiar y proponer soluciones.

Lo que es razonable y exigible desde el punto de vista de la prevención es que actuemos para evitar que exposiciones conocidas causen problemas esperados y para los que disponemos de criterios de prevención. Esto es lo que históricamente ha pretendido la salud pública y la medicina del trabajo, la higiene y la seguridad industrial. Pues bien, de eso se trata: identificar los factores de riesgo psicosocial en el trabajo y medir la exposición (evaluar) e intervenir (eliminar o controlar esas condiciones de trabajo), así podremos evitar que nuestra salud empeore.

En primer lugar, debe realizarse la evaluación de riesgos y ésta debe incluir los factores de riesgo de naturaleza psicosocial (tal y como exige la ley). La evaluación de riesgos requiere, además de voluntad de realización, disponer de un método válido científicamente (En el apartado “Plantear el tema a la empresa” de la Guia de Organización del trabajo, Salud y riesgos psicosociales encuentras la opción de CCOO: el método CoPsoQ (istas21, psqcat21) y los requisitos que debe cumplir todo método).Tenemos conocimientos sobre estos riesgos y en el mercado hay métodos de uso público que permiten evaluarlos. No vamos a aceptar las excusas y negativas para abordar los riesgos psicosociales basadas en que todo es muy complicado.

Una vez identificadas las exposiciones a factores de riesgo hay que intervenir, desarrollar las medidas necesarias para su eliminación o control. La prevención de riesgos psicosociales implicará introducir cambios en la organización del trabajo (Encuentras ejemplos en el apartado “Tenemos propuestas preventivas” y el correspondiente Anexo 9 de la Guia antes citada). La organización del trabajo no es intocable, constantemente se realizan cambios para adaptarse a las necesidades productivas. Los cambios que se están introduciendo en muchas empresas de la mano de los procesos de mejora de calidad o buscando la adaptabilidad del tiempo de trabajo son buena prueba de ello. Se trata de introducir cambios favorables para la salud, y de que la salud sea considerada un objetivo de la vida diaria de las empresas. Diversas experiencias avalan que aumentar la democracia y la justicia en el trabajo es una forma de aumentar el bienestar y la salud de los trabajadores (Di Marino y Karasek, OIT 1992). La prevención es posible, se trata de diseñar una organización del trabajo más saludable, es decir, más justa y democrática.

La identificación de los riesgos y la selección y puesta en marcha de las medidas preventivas debe realizarse con la participación activa de los trabajadores y trabajadoras. Quien mejor conoce su trabajo y como cambiarlo es, sin duda, quien lo realiza; más aún si esta misma persona es la que sufre sus consecuencias.